¿Tenemos problemas con el dinero o tenemos problemas con nuestros hábitos?
Esa es la pregunta del millón. Literalmente.
¿Cómo nuestros pensamientos y hábitos afectan nuestras cuentas bancarias?
Eso es lo que explora el concepto de terapia financiera. La terapia financiera no es únicamente para alguien que esté teniendo problemas para cumplir con sus metas financieras. Es para todos.
Entender por qué hacemos lo que hacemos con nuestro dinero - bueno o malo - nos ayudará a priorizar nuestras metas sobre nuestros impulsos.
Está bien, quizás no vamos a salir corriendo a ir a terapistas financieros o planificadores financieros...
Pero tener consciencia de por qué hacemos lo que hacemos con nuestras finanzas es más importante de lo que creemos para ayudarnos a mitigar nuestros propios riesgos financieros.
Este es un tiempo para analizar nuestros sentimientos respecto de los números.
¿Cómo vemos el dinero? ¿Bueno o malo? ¿Útil o una carga? ¿Estresante o liberador?
Para muchos, las respuestas a estas preguntas podrían depender de nuestras situaciones actuales, pero también esos pensamientos podrían tener raíces más profundas.
¿Cuáles fueron nuestras primeras lecciones con el dinero? ¿Las personas que nos criaron hacían presupuestos estrictos? ¿Quizás nunca hicieron un presupuesto?
“[N]uestro dinero y nuestras emociones están íntimamente relacionados.”
Ahora mismo el mundo es incierto, y quizás nuestras emociones están fluctuando un poquito más de lo normal.
Este es un buen tiempo para dar un paso atrás y echar un vistazo a por qué estamos manejando nuestro dinero como lo estamos haciendo.